Los Rojas pierden contra tres
·Los extremeños vuelven a hacer del
miedo su rival con un primer set para olvidar ·Coll y Soler demuestran por qué son imbatibles a día de hoy
·Los hermanos logran poner a sus rivales contra las cuerdas en el segundo parcial
Toni Rojas se prepara para hacer el 'smash' |
Toni Canyameras Rojas
La pareja formada por Luis Miguel Rojas y Toni Rojas cerró su participación en el grupo élite de del torneo de pádel sentmenatense con otra derrota, después de perder ante Lluís Coll y Marc Soler por un tanteo de 6-0 y 7-5.
Los extremeños se despiden de la
máxima categoría de este campeonato con la sensación de no haber alcanzado las
expectativas esperadas, que contemplaban la permanencia de los hermanos en el
grupo 1 de cara a la última vuelta antes de los cruces, pero con la lección
bien aprendida. Cuando el miedo se apodera de ti das pie a un sinfín de errores
y los Rojas lo han sufrido en sus carnes. Por culpa de él no remataron a
Jiménez y Albacete, se amedrentaron al oír los nombres de Turmo y Naranjo y más
de lo mismo ante el mejor dúo de Sentmenat. Esta vez los calzadilleros
respondieron en la segunda manga pero firmaron un primer set para olvidar. Y
cuando enfrente están dos jugadores que derrochan calidad tentar a la
irregularidad no es la mejor opción.
Lluís Coll y Marc Soler llevan toda
la competición imbatidos y esgrimieron motivos para justificarlo. Forman un dúo
de lo más completo que se puede encontrar y hacen compatibles la constancia y
la técnica. Coll se encarga de madurar los puntos con su regularidad y Soler de
finiquitarlos con sus chispazos de talento, con los que domina al rival cual
títere. Con tan sólo demostrar estas virtudes barrieron a unos agarrotados
Rojas en el primer set llegando a dejar el casillero de juegos de los
extremeños a cero. Un hecho insólito.
'Toñín' y 'Luismi' pensaron que ya
estaba bien de tonterías, de fallar por miedo, de jugar con tensión. Rescataron
su mejor versión, aquella que les aupó al torneo de Polinyá. Su mirada cambió y
decidieron dejar en anécdota ese primer parcial. Empezaron a convertir en
infinita la duración de los puntos y a devolverlo todo, armas que acaban con la
paciencia del rival. No así de Coll y Soler, que supieron interpretar un
encuentro distinto y aceptaron los interminables peloteos, aunque esa inquebrantable
determinación empezó a marchitarse. Pudo debilitarse del todo si los Rojas
hubieran ganado el juego en el que pudieron ponerse 5-3. No lo hicieron y pese
a seguir remando, Lluís y Marc acabaron evitando un tie-break de desempate que
ya esperaba.
Los hermanos Rojas se marchan a
Navidad con un balance de una victoria y tres derrotas en esta segunda vuelta y
volverán a jugar la siguiente en el grupo 2. Volver a la élite, una obligación.
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