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viernes, 21 de diciembre de 2012

SEGUNDA VUELTA  DEL CAMPEONATO DE PÁDEL DE SENTMENAT > ÚLTIMA JORNADA

Los Rojas pierden contra tres
·Los extremeños vuelven a hacer del miedo su rival con un primer set para olvidar 

·Coll y Soler demuestran por qué son imbatibles a día de hoy 

·Los hermanos logran poner a sus rivales contra las cuerdas en el segundo parcial


Toni Rojas se prepara para hacer el 'smash'

Toni Canyameras Rojas

La pareja formada por Luis Miguel Rojas y Toni Rojas cerró su participación en el grupo élite de del torneo de pádel sentmenatense con otra derrota, después de perder ante Lluís Coll y Marc Soler por un tanteo de 6-0 y 7-5.

Los extremeños se despiden de la máxima categoría de este campeonato con la sensación de no haber alcanzado las expectativas esperadas, que contemplaban la permanencia de los hermanos en el grupo 1 de cara a la última vuelta antes de los cruces, pero con la lección bien aprendida. Cuando el miedo se apodera de ti das pie a un sinfín de errores y los Rojas lo han sufrido en sus carnes. Por culpa de él no remataron a Jiménez y Albacete, se amedrentaron al oír los nombres de Turmo y Naranjo y más de lo mismo ante el mejor dúo de Sentmenat. Esta vez los calzadilleros respondieron en la segunda manga pero firmaron un primer set para olvidar. Y cuando enfrente están dos jugadores que derrochan calidad tentar a la irregularidad no es la mejor opción.
Lluís Coll y Marc Soler llevan toda la competición imbatidos y esgrimieron motivos para justificarlo. Forman un dúo de lo más completo que se puede encontrar y hacen compatibles la constancia y la técnica. Coll se encarga de madurar los puntos con su regularidad y Soler de finiquitarlos con sus chispazos de talento, con los que domina al rival cual títere. Con tan sólo demostrar estas virtudes barrieron a unos agarrotados Rojas en el primer set llegando a dejar el casillero de juegos de los extremeños a cero. Un hecho insólito.
'Toñín' y 'Luismi' pensaron que ya estaba bien de tonterías, de fallar por miedo, de jugar con tensión. Rescataron su mejor versión, aquella que les aupó al torneo de Polinyá. Su mirada cambió y decidieron dejar en anécdota ese primer parcial. Empezaron a convertir en infinita la duración de los puntos y a devolverlo todo, armas que acaban con la paciencia del rival. No así de Coll y Soler, que supieron interpretar un encuentro distinto y aceptaron los interminables peloteos, aunque esa inquebrantable determinación empezó a marchitarse. Pudo debilitarse del todo si los Rojas hubieran ganado el juego en el que pudieron ponerse 5-3. No lo hicieron y pese a seguir remando, Lluís y Marc acabaron evitando un tie-break de desempate que ya esperaba.
Los hermanos Rojas se marchan a Navidad con un balance de una victoria y tres derrotas en esta segunda vuelta y volverán a jugar la siguiente en el grupo 2. Volver a la élite, una obligación.

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