El Orador del deporte

FASE FINAL DEL CAMPEONATO SOMPÀDEL DE POLINYÀ

Un premio a la combatividad

·Los extremeños se proclaman campeones del torneo sobreponiéndose a un sinfín de adversidades

·El triunfo en la final pudo peligrar por la sobrecarga de Toni Rojas

·Es su primer título con tan sólo ocho meses como pareja de pádel



Los Rojas posan con los trofeos junto al coordinador del torneo Sompàdel, Abel Gracia

Toni Canyameras Rojas

Imparables, intratables, imbatibles y un largo repertorio de adjetivos tenemos para definir estos dos nuevos campeones del torneo de pádel de Polinyà. Los hermanos Rojas se han ido llevando rivales por delante para acabar arrasando en la fase final sin perder un solo set como si de un ciclón se tratara. No son los mejores, ni los más jóvenes, ni ofrecen un juego espectacular, pero a través de esa constancia de la que hacen gala cada vez que saltan a la pista y el propósito de luchar hasta la extenuación, han alumbrado el camino hacia la conquista de su primer campeonato sorprendiendo a propios y extraños, y desquiciando a contrincantes que empezaban a andar mientras ellos comenzaban a escribir su historia en el deporte.

 Ni la lesión de Toni en la final, ni el repaso recibido ante Víctor Bombín y Óscar Salazar -eliminados en cuartos de final- han supuesto obstáculo suficiente como para que los extremeños se estrellaran. Los únicos que han podido derrotar a los calzadilleros lo tenían todo para llevarse el campeonato con autoridad pero cayeron en tres mangas ante los finalistas de la competición, Sergio Chorro y Francisco Alcodori, sucumbiendo así ante la adversidad a la mínima. Eran los favoritos pero en ese sentido no lo demostraron. Y es que muchas veces no gana el mejor, sino el que más lo lucha.

Una disputada semifinal marcada por la meteorología

Los Rojas se metieron en la final tras imponerse a Germán Rodríguez y José Luis Sánchez por 6-4 6-4 en un ajustado partido para el que necesitaron una hora y 15 minutos.

Luis Miguel volea una pelota

Una gélida madrugada había sido la carta de presentación del nuevo mes de diciembre y la responsable de que se demorara el inicio de la semifinal de los Rojas, a causa del hielo que cubría parte de los vidrios de las pistas. Mientras, los extremeños y sus oponentes asistían a ver la victoria de Juan Galamba y José Miguel sobre Sergio Chorro y Francisco Alcodori, aunque finalmente estos serían los finalistas por ausencia de los primeros, que no pudieron presentarse por motivos extradeportivos.

La organización del club Sompádel dio el visto bueno para el inicio del partido, que empezó sobre las 9:45 horas -casi dos horas más tarde de lo previsto-, y que contó con un frío que los contendientes fueron espantando a medida que se fue incrementando la tensión. Tampoco se lo quiso perder el sol. La estrella gigante tardó en comparecer pero cuando irrumpió al principio del encuentro, lo hizo con fuerza para acabar siendo protagonista en el juego. Deslumbraba al jugador que se colocaba en la mitad de la cancha donde tocaba de cara y dirigir el juego hacia esa banda fue una nota dominante en el primer set. En la segunda manga, las nubes lo remediaron.

Toni y Luis Miguel se contagiaron de la baja temperatura al principio. Empezaron muy parados, sin dar profundidad a los globos y con ‘Toñín’ con serias dificultades, ya que hasta el cambio de campo y el uso de una gorra que le proporcionó la organización, tuvo problemas de visión con el sol y la pareja contraria sólo las devolvía a él. Con este panorama los extremeños llegaron a ir 3-1 abajo.

 Sin embargo, la habitual reacción de los Rojas no se hizo esperar y con sus largos intercambios fueron encontrándose poco a poco para adjudicarse tres juegos consecutivos y voltear el luminoso (4-3). Con su mayor definición en las voleas y especialmente, la carga de todo el juego sobre Germán Rodríguez, los calzadilleros decantaron la balanza a su favor para ganar el primer set.

"Están buscando todo el rato tu fallo", le decía José Luis Sánchez a su compañero. Rodríguez y Sánchez se percataron de la táctica de los Rojas y pusieron freno su racha con la que llevaban un parcial de juegos de 5-1 en contra. En esas, Germán Rodríguez, enrabietado, se creció y aguantó la encerrona de los hermanos, y en consecuencia los puntos se hicieron eternos hasta el final del choque. 'Toñín' y 'Luismi' pusieron tierra de por medio con un 4-2 pero sus adversarios no se entregaron y pudieron empatar en los que fueron los momentos más agónicos del partido. A pesar de todo, los de Sentmenat no se dejaron sorprender y agarraron el billete hacia la finalísima.

Respuesta incontestable de los extremeños al cansancio

Media hora de asueto y vuelta al trabajo para rematar la faena. Los hermanos tenían que vérselas ante Chorro y Alcodori, rivales que habían disfrutado de una hora más de descanso, pero evitaron caer en prejuicios y salieron decididos a poner la guinda a un gran campeonato. No obstante, esta convicción se reflejó en la claridad de la victoria extremeña (6-2 y 6-3) y con la que los Rojas culminaron su gran actuación en el campeonato.

El dúo nativo de Calzadilla de los Barros empezó con una intensidad en sus peloteos ante la que claudicaron los verdugos de Bombín y Salazar, que se adaptaron mejor al juego de los extremeños en el segundo parcial, aunque sin inquietar lo suficiente. Tan sólo la lesión al final de Toni Rojas, con una sobrecarga, encendió las alarmas, pero la fortuna guiñó el ojo a los hermanos, ya que la dolencia se produjo en el último juego cuando ya estaban luchando por las bolas de partido. Luis Miguel Rojas tomó la responsabilidad y se erigió en el jugador decisivo para ayudar a su hermano y cerrar el choque en el momento oportuno, cuando el físico empezaba a fallar.

Los hermanos Rojas recibieron los trofeos que les acreditaba como campeones del torneo de manos del coordinador de la competición, Abel Gracia. Los extremeños no arrancaron muchos aplausos en el momento de recibir las copas, puesto que la mayor parte del público que asistió a la entrega de premios desconocía quiénes era aquellos forasteros de Sentmenat. Ahora ya lo saben.