Los Rojas renuncian a la élite
·Los extremeños pagan su miedo escénico
con el descenso al segundo grupo ·Los hermanos se ausentan del partido de principio a fin
·Turmo y Naranjo rozan la perfección
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| Los Rojas, en una imagen del encuentro |
Toni Canyameras Rojas
El dúo integrado por Luis Miguel Rojas y Toni Rojas certificó su descenso a la segunda división del torneo de pádel de Sentmenat, después de caer frente a por Francesc Turmo y Raúl Naranjo por un claro 6-2 y 6-2, tras 50 minutos de partido.
Perder la categoría. Un duro castigo
para el nivel de los extremeños pero justo por su poco dominio sobre sí mismos.
El tenista español Fernando Verdasco protagonizó no hace mucho un anuncio bajo
el lema ‘Aduéñate de tu mente, aduéñate de la cancha’, uno de esos proverbios
que esconden más razón que un santo pero pronunciados por un jugador que no comulga
con su esencia. Los hermanos Rojas, a diferencia del madrileño, son de los
mejores predicadores de esta fe pero- como ante Jiménez y Albacete- volvieron a
apostatar. Los extremeños compitieron aterrados por el miedo de enfrentarse a
un dúo de renombre y jamás se desposeyeron de una sensación que transforma al
deportista. Mientras ese terror distraía a los calzadilleros, Naranjo y Turmo cumplían
la otra parte de la ecuación: erigirse en señores absolutos de la pista y en
consecuencia, apabullar.
Turmo y Naranjo toman la medida a los calzadilleros
Los Rojas fueron a dar con unos adversarios dispuestos a instaurar con su juego una dictadura que nunca pudieron amenazar unos dóciles súbditos como ayer lo fueron los extremeños. Luis Miguel y Toni, asustados, se vieron perdidos por una tensión que les impidió hallar respuesta alguna. Raúl Naranjo y Francesc Turmo, muy técnicos, empezaron a agasajar con un juego rápido y auténticas bombas- especialmente la volea y el ‘smash’ de Turmo-, que contribuyeron a la insólita gran cantidad de errores forzados que cometieron los extremeños, defensivos en exceso, algo que explica la pasmosa facilidad con la que sus rivales les comieron la pista. Sin embargo, la fórmula del milagro estaba inventada: ralentizar el juego con largos intercambios y romper el ritmo a base de globos. No fue así.
A diferencia de otros contrincantes
que han sucumbido a la paciencia de los Rojas Turmo y Naranjo sacaron a relucir
una inteligencia de la que pocos pueden hacer gala. Conscientes de que la forma
en cómo se estaba desarrollando el encuentro era inmejorable, continuaron
impusiendo un juego frenético que no diera lugar a los interminables puntos en
los que los Rojas tienen las de ganar. Mucho tuvo que ver la gran gestión de
los globos por parte de Turmo y Naranjo. Cada vez que los calzadilleros amenazaban
con una de sus mejores armas, Francesc y Raúl aplicaban su misma medicina para
luego plantarse en la red y zanjar. La neutralización del juego de ‘Toñín’ y ‘Luismi’
justificó en parte la ausencia de una reacción que nunca llegó. Tan sólo se
atisbó un principio de respuesta al final del segundo set, cuando los hermanos
empezaron a tomar la iniciativa cargando el juego sobre Naranjo, menos
resolutivo, pero con 4-1 en contra se antojaba complicada la remontada.
Los Rojas aún pueden optar a un
triple empate a dos victorias con estos rivales y Albacete y Jiménez, pero caso
que se produjera esa situación, los perjudicados serían los calzadilleros por
haber perdido los enfrentamientos directos. Volverán a las pistas ante la que
es, a priori, la mejor pareja de Sentmenat, formada Lluís Coll y Marc Soler el
próximo martes a las 20:00 horas. El descenso de los extremeños al grupo 2 no
debe empañar un duelo de altura.
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