Busca en este blog

lunes, 30 de septiembre de 2013

EL UNO A UNO DEL SENTMENAT

Josep MORRAL. Inteligente. Transmitió calma desde el banquillo en todo momento incluso en los peores momentos. Reestructuró muy bien al equipo en la segunda parte. Arriesgó dejando en línea de tres al Sentmenat para adelantar la posición de Christian Alonso, decisión que mantuvo incluso tras la expulsión de Martos. Leyó bien el encuentro.

MANOLO Monfort. Providencial. A sus 28 años el meta es el segundo más veterano del equipo y ejerció como tal asumiendo el papel de líder en el campo tras la lesión de Bueno. Contagió de seguridad a su zaga en el segundo tiempo con buenas intervenciones y puso el broche de oro a su actuación sacando un testarazo a bocajarro.

Rafa BUENO. Motivador.  Dirigió el equipo desde el centro de la zaga con criterio hasta que un pinchazo en el muslo le obligó a pedir el cambio. A pesar de ya no estar en el verde siguió ejerciendo de líder y su arenga en el asueto surgió efecto para que el equipo saliera enchufado en la segunda mitad.

Dani ALONSO. Infranqueable. No sólo no cometió errores sino que se agigantó en la segunda parte. Rápido y atento al corte, interceptó todos los balones con los que el Bonaire intentó abrirse camino hacia Manolo. Un nivel que mantuvo aun con molestias musculares en la recta final.

ESTEBAN García. Incombustible. Cuando te quedas con dos menos qué mejor que disponer del portentoso físico de Esteban. El sentmenatense, de menos a más, se creció en el segundo tiempo achicando todo espacio e imbatible en el uno contra uno. La situación del partido le impidió aportar más en ataque pero anotó el gol del empate.

Lluís SERRATO. Solvente. En la línea de sus compañeros de zaga. Llamó a seguir manteniendo la titularidad con un excelente papel. Su banda también fue una área restringida gracias a su oficio y siempre estuvo atento para ayudar a Dani Alonso en la línea de tres de la segunda parte.

Christian ALONSO. Clave. Su participación en el medio campo es indiscutible. Siempre se ofreció para crear fútbol, incluso cuando la situación demandaba un pelotazo para respirar. Cumplió como central y estuvo formidable en las tareas de líbero. La oportunidad del empate surgió gracias a su magistral lanzamiento de falta.

SEKOU Mar. Voluntarioso. Aunque no tuvo mucha ocasión de ello ya que el Sentmenat tuvo poco el balón, siempre intentó hilvanar jugadas para dar sentido al juego del equipo. Aún así, un jugador de sus características físicas y técnicas puede aportar mucho más, aunque el africano justo acaba de empezar a adaptarse. Fue destituido al descanso.

Víctor BERMEJO. Generoso. Estuvo muy comprometido a la hora de dar ayudas a Serrato por el costado izquierdo. Las imprecisiones del Sentmenat al contragolpe le impidieron explotar su velocidad, una de sus mejores armas. Aún así se le vio nervioso con el balón. Bermejo sabe que con confianza puede hacer mucho más.

MIGUEL Paniello. Cumplidor. El de Santa Perpetua es uno de esos jugadores a los que les gusta el fútbol de ataque. Sin embargo, el partido no estaba para eso cuando salió y supo asumir de manera muy responsable que tocaba trabajar en defensa.

Oriol RIERA. Sacrificado. El atacante no llegaba en la mejor forma física al partido pero se desvivió en la banda derecha para ayudar a Esteban a frenar las incursiones por banda. Pudo empatar antes el partido con un gran libre directo que rozó el larguero.

Christian VARGAS. Desafortunado. Morral le puso de mediocentro pero no le dio tiempo a mostrarse ya que fue el damnificado de una expulsión incomprensible.

Fran MÁRQUEZ. Valiente. Muy solo en ataque en la primera mitad, no se arrugó ante los centrales rivales a la hora de exhibir su habilidad para aguantar el balón. En la segunda mitad cumplió con nota como mediocentro e incluso tuvo alguna jugada destacada.

Cristian MARTOS. Trabajador. Otro delantero que tuvo que buscarse la vida en la primera parte. Apenas le llegaron balones pero corrió como un perro de presa para presionar la salida de balón del Bonaire. Cuando más cómodo estaba, el colegiado le mandó a la ducha con una exagerada segunda amarilla.


ÁNGEL Paniello. Incansable. Empezó como pivote y en la segunda parte jugó en punta. Muy desasistido tras quedarse sin pareja de baile con la expulsión de Martos, corrió como un poseso y aguantó todo lo que pudo el balón para intentar dar respiro a su equipo. Al final sacó petróleo y, rodeado de hasta cuatro jugadores, provocó una falta en la frontal del área que fue el origen del gol del empate.  
CONTENTO CON EL EL TRABAJO DE SUS PUPILOS

Morral: ‘’Con esta actitud podemos lograr grandes cosas’’

El entrenador del Sentmenat, Josep Morral, se mostró muy satisfecho del punto conseguido en el campo del Escuela de Fútbol Bonaire y subrayó el mérito que tuvo el equipo sobreponiéndose a la pésima actuación arbitral: ‘’Si tenemos en cuenta las dificultades que hemos tenido, sobre todo las decisiones del colegiado, hemos sacado un gran resultado. Hemos corregido los errores del primer tiempo con dos jugadores menos’’, apuntó.

Josep observa el encuentro desde la zona técnica
En el análisis de la primera parte en la que los azulgrana concedieron dos goles, el técnico achacó a la falta de entendimiento los fallos tácticos: ‘’Todos los errores posicionales los atribuyo a la falta de conjunción. Un equipo nuevo como este tiene muchos desfases que hay que ir corrrigiendo. Aún así, los chicos trabajaron muy bien en la segunda mitad’’, insistió.

Optimismo controlado ante el futuro
Morral ensalzó la actitud de sus jugadores y no duda de que será importante en un futuro para aspirar a grandes objetivos: ‘’Con esta actitud podemos conseguir grandes cosas porque además hay que tener en cuenta que los primeros partidos de la Liga están siendo la pretemporada que no pudimos hacer por diferentes circunstancias ya que hasta última hora no juntamos un grupo’’, explicó, ‘’también hay que considerar que sólo quedan tres jugadores de la plantilla anterior. El resto y los que faltan aún por venir nunca han jugado juntos’’, agregó el sentmenatense.


Sin embargo, Morral opta por ser cauto e ir poco a poco en la fijación de objetivos: ‘’Las intenciones con las que empezamos la temporada son participar y pasarlo bien. Si salieran bien las cosas y pudiésemos estar peleando por arriba, por supuesto que lo intentaríamos. Pero de momento falta trabajar mucho para hacer crecer a los jugadores como grupo’’, comentó. Josep pide paciencia para sus pupilos: ‘’Somos un equipo muy joven cuya mayor parte seguirá estando por debajo de los 25 años aun después de llegar la gente que falta por incorporarse. Queda aún mucho tiempo para que este grupo alcance su cima’’, zanjó el preparador vallesano. 
FÚTBOL -> ESCUELA F. BONAIRE 2-2 SENTMENAT

Este Sentmenat tiene carácter

· Los azulgrana sacan un punto a pesar del colegiado y la lesión de Rafa Bueno

· Esteban García culmina en el 82’ una ejemplar segunda parte del equipo

· Manolo Monfort salva el empate al final con una increíble parada


 Toni Canyameras Rojas

El Sentmenat arañó un empate con sabor a victoria (2-2) en su visita al Escuela de Fútbol Bonaire después de igualar en el 82’ un partido en el que jugó la última media hora con dos jugadores menos. El encuentro correspondía a la segunda jornada del grupo 14 de la Cuarta División Catalana.

 El técnico del equipo azulgrana, Josep Morral, renuncia a hablar de objetivos en este inicio de temporada. Lo hace para resguardar de la presión a un grupo lleno de jóvenes. Aún es pronto para augurar un porvenir en la presente temporada a este nuevo Sentmenat, que está en plena fase inicial de su construcción. Talento hay, pero lo que tienen muy claro los azulgrana es que, si es sólo por ganas, motivación no va a faltar para luchar hasta por el más difícil objetivo. El ‘Baby Sentmenat’ gritó a los cuatro vientos que es un conjunto dispuesto a luchar, a derramar hasta la última gota de sangre para ganar. Que no le importa cuantos obstáculos surjan por el camino. Que lo único que tiene son ganas de luchar.  Un equipo que no escatimará en sudor para saciar la enorme sed de triunfo que tiene.

Como la mostrada ante el Bonaire. A pesar de la lesión de Rafa Bueno, líder del vestuario y alma de este equipo. Y a pesar de la pobre actuación del colegiado, que amargó a los vallesanos con la rigurosa expulsión de Cristian Martos y la injustificada roja a Christian Vargas. La retirada del campo de Bueno y los clamorosos errores arbitrales tan sólo eran los peores incidencias en un parte de guerra que incluyó hasta cuatro jugadores tocados con nueve sobre el campo. Un parte al que al Sentmenat sobrevivió con raza. Los azulgrana, sostenidos por una soberbia defensa liderada desde la portería por un seguro Manolo Monfort, aguantaron el chaparrón del Bonaire y Esteban recogió el premio al esfuerzo empatando en el 82’. Una parada de Manolo poco después mantuvo el milagro.


El Sentmenat sale vivo de un dubitativo comienzo
Josep Morral alineó de inicio en un 4-4-2, con Manolo en la portería y una zaga formada por Dani Alonso y Rafa Bueno en el centro de la zaga con Esteban García y Lluís Serrato de laterales. Christian Alonso y Ángel Paniello formaron el doble pivote con Sekou Mar y Víctor Bermejo por las bandas. Christian Martos y Fran Márquez era la pareja de delanteros. Con este once, el Sentmenat optó  por esperar y ceder la responsabilidad a los locales. Un planteamiento inteligente teniendo en cuenta que los vallesanos no han podido hacer pretemporada por distintas circunstancias y aún tienen que incorporar a más jugadores. Un equipo al que aún le falta más que rodaje y asimilar muchos automatismos, sobre todo en ataque, donde se nota la falta de conjunción habitual en un grupo de jugadores que es la primera vez que juegan juntos.
El Sentmenat, encomendado al liderazgo y la serenidad de Rafa Bueno, se mantuvo firme en defensa pese a algún desajuste. Sin embargo, en ataque el equipo notó la falta de compenetración y no creó fútbol a pesar del sentido que le quería poner al juego Christian Alonso. Los pupilos de Morral no lograban hilvanar ninguna jugada ni mantener esa posesión larga que permitiera a la defensa respirar.

Morral da instrucciones 
El Bonaire pronto encontró premio a su posesión –abrumadora pero estéril-, y Sergio Bordas abrió el marcador a los 13’ con un disparo cruzado ajustado al poste. Tal y como había transcurrido el partido el Sentmenat debía ir mejorando si quería acercarse a la portería local pero Rafa Bueno ahorró todos los pasos con una jugada de veterano. En una falta que tenía que botar un poco más allá de la divisoria de los campos, el capitán observó que el portero del Bonaire se había colocado en el centro de su marco para defender un posible balón a la olla. El ex espanyolista se percató de ello y la colocó en el poste izquierdo. La pillería de Rafa contrastó con la inocencia del cancerbero egarense que no atajó el bote de una pelota que se envenenó.


El colegiado decide ser protagonista
El gol no perturbó las intenciones del Bonaire, que siguió a lo suyo y tan sólo diez minutos después pondría el 2-1 por mediación de Hernán Campos tras un rechace en la frontal del área. Era el inicio de un túnel en el que el Sentmenat permanecería por largo tiempo y que se terminó de oscurecer cuando Rafa  Bueno notó un pinchazo. Chrsitian Vargas recogió su testigo. Morral retrasó al eje de la zaga a Christian Alonso y situó al de Polinyà en el doble pivote . Un Vargas que tan sólo duro diez minutos en el tapete ya que fue expulsado al filo del descanso.

El colegiado amargó al Sentmenat
El Sentmenat afrontó valiente la segunda mitad a pesar de estar con uno menos. Morral se la jugó con tres defensas ya que situó a Christian Alonso de líbero. Los azulgrana cogieron el balón y trataron de tomar el campo del Bonaire, sorprendido por el revolucionario inicio de su rival en la reanudación. Sin dar tiempo a los locales a responder, el colegiado echó abajo la reacción del conjunto de Morral enseñando la segunda amarilla a Martos. Nuevo golpe para un equipo que quería sacar algo positivo de Terrassa.




Un milagro
Fue entonces cuando los azulgrana se engrandecieron. Dejando un solo punta arriba –Ángel Paniello-, el Sentmenat frenó con orden y sobre todo, con coraje, las embestidas de un Bonaire obligado más que nunca a ganar. Los de Morral tradujeron su encomiable voluntad en una férrea defensa que, liderada por un gran Manolo, transmitía sobriedad. Todos,se entregaron a la común causa de mantener al Sentmenat en el partido. Colosal la zaga formada por Esteban, Dani Alonso y Serrato, que secaron el alubión de ataques del Bonaire, obcecado en entrar por el centro.

Transcurrían los minutos y, a pesar de los pocos recursos ofensivos mostrados, el conjunto egarense marró  hasta cuatro claras ocasiones de gol para sentenciar. El Sentmenat llegó vivo a los últimos diez minutos y tenía que agarrarse a un último clavo ardiendo. Lo empezó a clavar Ángel Paniello, que tras toda una segunda mitad buscándose la vida contra la zaga local sacó una falta en la frontal del área. Christian Alonso lo colocó inteligentemente en el poste izquierdo y Esteban provocó el delirio en las filas azulgranas mandando al fondo de la red el rechace del arquero local.

Ángel gestó el gol del empate azulgrana 

Manolo emergió de manera mágica poco después para replicar la última palabra del Bonaire con una asombrosa intervención y mantener en pie una gesta increíble. El Sentmenat se agarró a la orilla después de nadar toda la segunda parte contra viento y marea. 
PÁDEL -> LA NUEVA TEMPORADA DE LOS ROJAS

Un inicio cautivador



Tranquilos, prudentes, reflexionan sobre el nuevo título que han conquistado, lejos de exaltar ese nuevo logro en su joven trayectoria y mostrándose distantes del éxito, o al menos, reconociéndolo con esas matices de humildad que les caracterizan. ‘’Jamás hubiera imaginado que tendríamos dos títulos en menos de dos años que llevamos jugando a pádel’’, afirmaba con sencillez un sorprendido Luismi tras recibir el trofeo. Una sinceridad que encumbra la actitud de los hermanos Rojas, capaz de causar estragos en la cancha cuando se disfraza de la pasión competitiva de los extremeños y de embelesar fuera de las pistas cuando toma ese admirable tono crítico para analizar los partidos que casi siempre denotan objetividad.

Una actitud que es el secreto de ese éxito, empecinado en dejar huella en los pasos de Luis Miguel y Toni a pesar de que ellos son más de pulir sus defectos antes que abrillantar sus virtudes y recrearse en sus méritos. Una gloriosa realidad factible – no sólo por esa ambición- sino por unas excelentes dotes realistas. Y es que los Rojas predican con ese realismo que reflejan sus palabras en la jaula.  Cada encuentro suyo forma parte de ese constante ejercicio de autoprospección que practican en el pádel.

 Dicen que uno mismo se conoce mejor que nadie. Un dicho citado por muchos pero realizado por pocos. Los extremeños forman parte de ese minoritario grupo. Saben de sus limitaciones –las que suelen presentar dos jugadores de tenis de fondo de pista-, y por eso no intentan buscar ese mayor virtuosismo que la gente pretende lograr en el pádel y que estanca el juego de muchas parejas. Desde que empezaron a competir, allá por mayo de 2012, han ido adaptando ese juego aguerrido y constante de los jugadores de fondo de pista de tenis al pádel, mejorando sus prestaciones en colocación y, especialmente, en la red, demostrando que el aprendizaje y la progresión en el deporte no entienden de edad. Sin embargo, lo difícil no es definir un estilo, sino proclamarlo también a las malas. Un rasgo que identifica a las grandes parejas y las diferencía de los dúos del montón: saber sufrir, algo que los extremeños llevan muy bien.


‘’Hemos ganado pero hemos sufrido’’

‘’Estoy contento porque hemos ganado pero también es verdad quehemos sufrido’’. Así se expresaba Toni Rojas poco después de coronarse junto a su hermano como campeón del torneo de Sant Feliu de Codines. El resultado de la final fue de 6-2 y 6-3 para los calzadilleros, un tanteo que no habla del mal momento que pasaron los hermanos en el ecuador del segundo set, cuando pasaron de un posible 4-1 que hubiera dejado sentenciada la final a un 3-3 que dejaba abierta la puerta de la remontada a Jordi Clapers  y Jordi Caboté, finalistas del campeonato.

Los Rojas habían dominado hasta el momento el partido con suficiencia e imponiendo su regularidad. No había motivos para que los extremeños tuvieran un infeliz desenlace pero el sufrimiento es una condición inherente a su juego. Sea por excesivo respeto a la tensión de determinados instantes del partido o por puro temor, los nervios siempre suelen agarrotar a los hermanos en algún momento, incluso en situaciones a priori injustficadas como  cuando se trata de gestionar una cómoda renta. Un sufrimiento que a pesar de paralizar la osadía de los hermanos no les hace caer en la preicipitación.

Quizá porque la naturaleza de su carácter está acostumbrada al sufrimiento los Rojas sacan lo mejor de sí cuando se trata de competir contra dúos punteros que exigen lo máximo. Saben luchar en esos partidos titánicos y maratonianos que engrandecen a las parejas y desafiar con argumentos a grandes jugadores. Como Marc Ferrer y su compañero. Especialmente el primero, más que un jugadorazo, una bestia competitiva que devoraba triunfos sin parar en este campeonato hasta que los hermanos Rojas le hicieron probar la amargura de la derrota. Conscientes de tener delante a un jugador superlativo, los extremeños sacaron el lado épico de las grandes ocasiones y elevaron el nivel de su juego para destrozar un listón que vio cómo se situaba en una versión que, hasta el momento, ha sido con diferencia, la mejor que han exhibido los extremeños.


Más que por el nuevo torneo conseguido, ese partido es la razón por la que ‘Toñín’ y ‘Luismi’ asustan en esta nueva temporada. Sin apenas ritmo de partidos –sólo habían disputado los encuentros correspondientes a las dos rondas anteriores tras un mes de parón-, los Rojas completaron el partido de su vida, algo obligado si querían acabar con Ferrer. Tras sellar la temporada de la confirmación dejando sentenciado el ascenso a la Segunda División de la Penya Arlequinada, los hermanos dan el pistoletazo de salida a la que debe ser su temporada de la consagración con un título y una derrota infligida a Ferrer y su compañero. La mejor tarjeta de presentación a todos cuanto asistan a ese acto de consagración que ya ha empezado. 


Una ilusionante reestreno

Después de un verano con mucho trabajo y sin noticias de las que informar, el orador reemprende su actividad con un impulso lleno de ilusión y afonta esta nueva campaña con novedades que ya iré presentando. Mil gracias por el gran seguimiento que hubo el curso pasado y espero que este también sea de vuestro agrado.