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martes, 1 de abril de 2014

FÚTBOL -> ANÁLISIS DEL PRÓXIMO RIVAL DEL SENTMENAT

El Juan XXIII, un equipo muy completo

· El rival de este domingo de los azulgrana marcha colíder peleando por el ascenso y encadena siete victorias consecutivas

· La intensidad, un fútbol de posesión y veloz y la disciplina convierten a los egarenses en un conjunto temible

·Saben explotar muy bien la espalda de la defensa y el balón parado, las dos grandes debilidades defensivas de los de Morral  

Toni Canyameras Rojas

*Hecho en base a lo visto en el último partido contra el Can Boada y detalles observados en el partido de la primera vuelta ante el Sentmenat 

El Sentmenat se verá las caras el próximo domingo, 6 de abril, con el colíder Juan XXIII o, lo que es lo mismo, un ogro competitivo. El conjunto egarense es una máquina de ganar que en este final de temporada no chirría y marcha a mil revoluciones hacia el ascenso a Tercera Catalana, objetivo por el que llevan peleando los azules desde principio de temporada. 7 victorias consecutivas atestiguan el gran estado de forma en el que se encuentra el Juan XXIII, que ha llegado la recta final de campeonato en plenitud de condiciones tácticas, físicas y técnicas.
                                                                     
El cuadro entrenado por José Mancebo es un equipo muy completo en el que prima el colectivo, en el que todo el mundo sabe a qué jugar esté quin esté sobre el campo, que destruye a los rivales más flojos como hizo la última jornada ante el Can Boada (6-0), y que compite con garantías con los grandes. No puede ser de otra manera en un ofensivo equipo que apuesta por el fútbol de toque y posesión y logra el equilibrio a través de una feroz intensidad, un gran físico y una disciplina militar. Sus diferentes maneras de atacar y defender le convierten en un conjunto también versátil.

 Los 23 goles que ha encajado en 22 partidos –estadística que convierte al Juan XXIII en el menos goleado del grupo-, es la prueba irrefutable de que los egarenses son un equipo sólido y equilibrado a pesar de apostar por un ofensivo 4-3-3, en el que la posición del dorsal 4 Barbero en el centro del campo, donde juega de mediapunta muy cerca del tridente de ataque, convierten el sistema en prácticamente un 4-2-4. Sólo ha encajado tres goles en los últimos siete partidos el siguiente rival del Sentmenat.
Once titular del Juan XXIII 
Los azulgrana, en clara línea descendente y más si se comparan sus resultados con los del Juan XXIII, buscarán un triunfo que inyectaría una cantidad incalculable de moral a los sentmenatenses para cumplir el objetivo de terminar la temporada de la mejor manera posible una vez que ya se encuentrán lejos de las posiciones de cabeza. Necesitan una victoria para transformar la apatía de las últimas jornadas en esperanza. A pesar de que ahora mismo el Sentmenat siente que está lejos de aquel equipo que ilusionaba a principio de temporada ya se sabe que el fútbol es un constante estado de ánimo y que ganar a un equipo fuerte como el Juan XXIII podría cambiar todo. Pardines ya reconoció que sería especialmente motivador enfrentarse y vencer al segundo clasificado en la entrevista posterior a la derrota ante el Can Colapi.

Sin embargo, mucho tendrá que mejorar el Sentmenat si quiere lograr un triunfo de prestigio. El Juan XXIII le pone mucha intensidad, algo de lo que adolecen últimamente los azulgrana, y en ataque disponen de perfectas armas para bombardear a goles a los de Morral, ya que saben encontrar muy bien la espalda de la defensa y son potentes a balón parado, dos de las principales debilidades defensivas del Sentmenat que explican que el conjunto azulgrana sea el segundo equipo más goleado.

ATAQUE
La idea del Juan XXIII es tener el balón sea su posesión más directa o menos. A partir de aquí los pupilos de José Mancebo tienen diferentes maneras de atacar y asimilados mecanismos para lograr el equilibrio defensivo siendo su mayor peligro la velocidad de sus dos delanteros de banda, que juegan casi como dos extremos. Tanto Jerian Dorado (7) como Enrique Manuel Torres (10) son veloces, se pegan bien a la línea de cal, y se van cambiando de banda a lo largo del partido. Tienen gol, sobre todo el ‘7’ Dorado, que suma  13 tantos siendo un especialista desde el punto de penalti. 


Fase ofensiva usual de los egarenses
Dorado es un jugador no sólo con físico sino con diversidad de recursos técnicos, lo que le convierte en un futbolista muy completo que no anda corto de calidad cuando juega a pierna cambiada. Se puede decir que es la estrella de este Juan XXIII y es indiscutible en la línea de atacantes. El ‘10’ Torres ha ganado la partida los últimos encuentros al ‘11’ Miguel Domínguez, un extremo igualmente rápido y con gol (9 lleva). A ese puesto también opta  el ‘19’ Álex Rosas, que suele salir en las segundas partes y como sus compañeros de banda es un jugador veloz y con físico.

Buena y variada salida de balón
El conjunto egarense intenta siempre sacar el balón jugado desde atrás, algo que puede hacer ya que todos sus jugadores tienen buen toque de pelota y lo hacen rápido y al primer toque si así lo exige la jugada. El mediocentro defensivo -posición en la que jugó el último partido el ‘8’ Juanma Pinazo aunque no es fija y en ella pueden jugar el ‘13’ Álex Cerezos y el mencionado Domínguez-, suele incrustarse entre los centrales para iniciar la jugada. Si el Juan XXIII no lo ve claro o quiere imprimir más velocidad y verticalidad al juego puede jugar en largo buscando la espalda de la defensa con una diagonal del extremo o bien el poderío físico del delantero centro, el ‘9’ Óscar Bermúdez.  El punta titular de los azules no se caracteriza por su velocidad pero es difícil disputarle los balones aéreos. 8 goles suma esta temporada. Su sustituto natural, el ‘16’ Iván Roldán, suele salir en la segunda parte. Es un delantero con más movilidad y que tiene un buen golpeo de balón pero con poco gol. El único que ha marcado esta campaña fue precisamente en el 3-0 que el Juan XXIII endosó al Sentmenat en la primera vuelta.


Jerian Dorado, el gran peligro del
Juan XXIII
Jugar en largo para sacar el balón es una decisión que los egarenses pueden tomar o no ya que también tiene capacidad para sacar el esférico raso si les presionan arriba. Cuando eso sucede, el otro mediocentro, el ‘12’ Carlos Alberto Viruez -fijo en el once-, también puede bajar para ayudar a iniciar la jugada con la ayuda del mediapunta, el ‘4’ Josep Barbero. Un movimiento que da lucidez a la salida de balón en esas circunstancias es cuando el extremo del lado por donde transcurre la jugada baja a campo propio para recibir y descarga hacia el centro con un rápido toque. Al menos contra el Can Boada, ese tipo de jugada funcionó para que el Juan XXII superara la presión y los visitantes replegaran.


Las bandas, esenciales 
No es muy recomendable por tanto presionarles arriba y menos situando la zaga casi en mediocampo como hizo el Can Boada, ya que una jugada que pueden emplear los egarenses es aprovechar el arrastre del lateral que hace el extremo cuando baja a recibir para, en una rápida jugada, romper la espalda por la banda con el propio extremo o con el lateral de ese costado. Otra posible alternativa del Juan XXIII en esta situación sería aprovechar que la jugada está volcada en un costado y con la defensa adelantada para romper con diagonal el lado opuesto.


(En amarillo los pases y en azul el movimiento del
jugador). El Juan XXIII ante una presión adelantada
como la que le hizo en algunas jugadas el Can
Boada. Torres descargaba par Viruez y si este no
recibía una presión eficaz tenía 3 opciones: mantener
la posesión, o buscar la espalda de algunos de los dos
laterales. 
Cuando ataca ante un equipo replegado el Juan XXIII suele tocar rápido por dentro e intentar acelerar la jugada por fuera. Su lateral izquierdo, el ’3’ Víctor Canut es muy ofensivo (ha marcado 4 goles este año) se incorpora con frecuencia y a veces apura línea de fondo pasando el extremo  de la banda a ocupar posiciones de remate. El ‘12’, alto y con buen dominio del balón, es el mediocentro que siempre se descuelga, quedándose más atrás el otro.

DEFENSA
El éxito defensivo de este Juan XXIII reside en todas las características que deben primar en un equipo que defiende bien,  y que adquieren más importancia aún cuando se habla de un equipo tan ofensivo como el entrenado por José Mancebo. Los egarenses defienden con intensidad, disciplina y solidaridad pero también lo hacen con el balón ya que trata de no perder el balón en zonas comprometidas, y cuando eso sucede, el que ha perdido la pelota presiona inmediatamente al jugador rival tras pérdida frenando el ataque del enemigo y ayudando a que el equipo se recomponga. Cuando el equipo ataca suelen cerrar los centrales, el lateral derecho y el mediocentro defensivo, un paso por delante de la zaga. 
Márquez puede ser esencial para
explotar la banda derecha del Juan XXII.
teórico punto débil de los egarenses
El Juan XXIII también tiene ben asumida la solidaridad, ya que todos se implican al máximo para defender –siendo quizá su ‘9’ el único totalmente exento de tareas defensivas-, y donde no llega uno llega el otro, aunque en ciertas fases del partido se quedan los tres de arriba descolgados. Contra el Can Boada no se vio muy necesitado el colíder de exhibir su disciplina y solidaridad en momentos de gran peligro dada la poca producción ofensiva de los visitantes pero cuando el Juan XXIII se vio exigido lo demostró. En una jugada donde el lateral derecho se iba a ver desbordado, ya acudía el central a la cobertura o cuando en una contra el mediocentro defensivo fue superado, rápidamente salió el central para contemporizar la jugada. El Sentmenat ya sufrió la solidaridad de los egarenses en el encuentro de la primera vuelta, pues a la hora de montar las contras, Eugenio siempre se veía con al menos dos jugadores encima.

A la hora de replegar el Juan XXIII suele defender muy junto y a veces con la línea defensiva adelantada. Quizá su punto débil sea el lateral derecho – el ‘21’ Andreu López en este último partido-,  que dejó muestras de debilidad atrás -perdió alguna vez la espalda-, y nunca se sumó al ataque. El hecho de que el lateral diestro sea una posición en la que han ido alternando a lo largo de la temporada hasta tres jugadores diferentes –además del ‘21’, el ‘6’ Eric Moral y el ‘2’ Víctor Doblas-, es otra prueba de que dicho puesto es el punto flaco del Juan XXIII. Por ahí Fran Márquez podría hacer mucho daño. El portero titular de los egarenses, el ‘1’ Cristian Estepa, no jugó, pero según el jugador del Valldoreix Albert Poch, ‘’siempre sabe salir cuando la defensa pierde la espalda’’.  Los egarenses también pueden presionar arriba en una evidencia más de su versatilidad.

BALÓN PARADO
En una categoría tan igualada como la Cuarta Catalana es fundamental marcar la diferencia en cuanto al trabajo de jugadas concretas. Así lo entiende el Juan XXIII, que tiene en la estrategia otra peligrosa vía hacia el gol y donde vuelven a refrendar su variedad de recursos. Los egarenses tan pronto pueden atacar el área mediante el método más tradicional que de una manera sofisticada


El Sentmenat se podría encontrar ante esta jugada. Cuatro jugadores
arrastran a los defensores al primer palo para que otro llegue libre
al segundo
En todo caso, a los de Mancebo les gusta acumular gente y estatura en el área, ya que en todos los córners suben los dos centrales a rematar, quedándose siempre los dos laterales cerrando. Los egarenses pueden apostar porque toda la gente que manda al área busque el remate -cuando eso sucede van con mucha contundencia a buscar el balón-, o por una jugada de estrategia más trabajada. Ante el Can Boada se vieron dos acciones de pizarra peligrosas que el Juan XXIII llevó a la práctica. 

En una de ellas los de Mancebo emplearon la clásica jugada en que todos los jugadores metidos en el área menos uno van a un palo arrastrando todos los contrarios hacia un lado para que el futbolista restante llegue libre de marca al remate en el otro poste. La otra acción estratégica que se vio ante el Can Boada fue balón colgado desde medio campo hacia al palo segundo palo para que el '8' Juanma Pinazo cabeceara por sorpresa llegando desde atrás. A diferencia de la anterior, el resultado final de dicha jugada sí tuvo éxito y supuso el quinto de los azules. 


*Hecho con la colaboración del jugador del Valldoreix Albert Poch

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