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domingo, 23 de febrero de 2014

FÚTBOL -> RUBÍ ‘B’ 7-2 SENTMENAT

El Rubí evidencia el gran problema del Sentmenat

· Los azulgrana encajan cinco goles en una primera parte desastrosa

· Los locales aprovechan la falta de ritmo de un equipo que vuelve a acusar la falta de entrenos serios

· Los de Morral evitan el bochorno en el segundo tiempo con dos goles de Eugenio


Toni Canyameras Rojas

El Rubí siempre estuvo muy encima del Sentmenat
El Sentmenat cosechó una nueva derrota después de encajar una goleada de escándalo en el estadio del Rubí ‘’B’’ (7-2) en un partido correspondiente a la vigésima jornada del grupo 14 de Cuarta Catalana. Una primera parte desastrosa en la que los locales ya ganaban 5-0 gracias a su tremenda pegada y los repetidos errores de los Morral dilapidó cualquier opción de sacar algo positivo de Rubí para los azulgrana.  En el segundo tiempo el Rubí bajó el pistón y Eugenio pudo maquillar el resultado con dos goles que le acercan al ‘Pichichi’ del grupo, el jugador local Albert Minguella, con 14 tantos. El Sentmenat encadena ya siete jornadas sin ganar en un 2014 en el que aún no conoce la victoria.

El conjunto azulgrana, hundiéndose cada vez más en una clasificación que tienta a no salir a flote por la lejanía de la primeras posiciones, quería enderezar su incierta navegación de esta temporada con un triunfo pero volvió a ser mandado al fondo, esta vez por el Rubí, allí donde se encuentra el peor Sentmenat, aquel que concede al rival sin parar. La desafortunada colaboración de los azulgrana hizo que los locales –en plena lucha por subir a Tercera Catalana-, no tuvieran más que aplicar el 50% de lo que tienen reservando combustible para el futuro. Lo hicieron con su descomunal pegada que castigó severamente la permisividad generalizada de los azulgrana paralizados en el mismo error: hasta tres de los cinco goles de la primera parte llegaron con centro desde la derecha y remate con total comodidad desde el centro. Bastó la gran efectividad del Rubí por aprovechar lo regalos visitantes para destapar la gran carencia que se empieza a distinguir como el principal mal del equipo: la falta de entreno. El Sentmenat trabaja a más no poder entre semana pero no en las mejores condiciones, impedidas por la falta de disponibilidad de muchos jugadores por horarios laborales. Un buen entreno es la base de la seriedad, madre de la competitividad, sin la cual afloran gran cantidad de problemas estructurales en el juego, algo que está afectando a los de Morral.


Eficaz Rubí, pésimo Sentmenat
El técnico sentmenatense lleva como puede las dificultades de base que sufre el equipo. Acostumbrado a convivir con las bajas –sean por lesión o sanción-, cada semana se ve obligado a cambiar piezas en el once titular. Alineó de inicio a Miki; Sekou, Dani Alonso, Raúl Martínez; Vargas, Pardines, Márquez, Corchuelo, Bueno; Eugenio y Martos siendo la presencia de Rafa bueno en la mediapunta la gran novedad en sustitución del sancionado Christian Alonso. El invento prometía pero se estropeó por la pésima respuesta colectiva del Sentmenat en el campo, despistado y atolondrado, al ritmo de un equipo que calienta antes del partido. La ausencia generalizada de los azulgrana quedó patente en el el primer gol, en el que Rafael Guil cabeceó una falta lateral ante la pasividad visitante, jugada en la que Miki se lesionó siendo sustituido por Manolo.

Los jugadores azulgrana charlan antes de empezar el segundo tiempo
El Sentmenat no renunció a un intento de reacción fracasado por la poca convicción con la que el equipo elaboraba el juego, acelerado únicamente con la verticalidad de Rafa Bueno, que siempre filtraba balones a la espalda de la zaga local aunque ninguno tuvo final feliz. En lo que los de Morral iban deperdiciando los peligrosos pases de Rafa, el segundo equipo del Rubí se afanaba en desnudar el débil sistema defensivo del Sentmenat con picardía. En esas, la banda izquierda visitante se convirtió en una mina de oro que abarataba los goles: progresión por ese costado, centro raso al área y cómodo disparo a puerta ante el beneplácito de la zaga azulgrana, que sustituyó su contundencia habitual por la pasividad, algo que recordó hasta en tres jugadas con el mismo principio y similar final. El Rubí campaba a sus anchas, entrando por donde quería y limitándose a vigilar que el único peligro de un desorientado Sentmenat –lo pases al hueco de Bueno-, no llegaran a su destinatario. Ni tan siquiera la retirada del campo del ‘pichichi’ de este grupo 14 de Cuarta Catalana, Albert Minguella, tras una dura entrada de Sekou, afectó a un sobrio Rubí. El descalabro azulgrana era patente.


Los azulgrana detienen la sangría de goles
Morral aplicó un plan ‘renove’ en la segunda parte. Bermejo entró por Bueno y Armando por Corchuelo ocupando el de Polinyà el doble pivote junto a Vargas y pasando Pardines a la mediapunta, mientras Bermejo se puso en la banda derecha. Los cambios, combinados con la bajada de ritmo de los locales, mejoraron al equipo, que recuperó el tono defensivo e intentó construir con paciencia. La presencia de Armando en el doble pivote dio más control de la posesión al Sentmenat y Pardines desde la mediapunta también dio juego y mordiente a lo azulgrana para presionar arriba. 

El Sentmenat se prepara para defender un córner
El Rubí oteaba la mejora visitante acomodado en un colchón de goles que amplió Jordi Iglesias en el 65’. Unos minutos después Eugenio sacaría productividad de la reacción de los de Morral con dos tantos. También brillo. En su primer tanto, el ‘22’, tras recibir de un entregado Martos, sustituyó con su clase la poca distancia que tenía para hacer una vaselina que conectó sin apenas espacio. Luego hizo un tanto de pillería tras aprovechar un fallo del portero del Rubí. Con estas dianas ‘Uge’ se sitúa con 13 goles, a tan sólo uno del máximo goleador del grupo Albert Minguella y a siete de los 20 que el delantero se marcó como objetivo a principio de temporada.

En una recta final de un encuentro ya definido, Eugenio también se erigió en el jugador más destacado por sus apariciones en el centro del campo para sacar el balón jugado, donde aportó mucha claridad para trenzar la jugada. La última palabra la tuvo sin embargo el Rubí, por mediación de un gol de José García –tras fallo de Manolo-, que volvió a situar del todo al Sentmenat en la cruda realidad, la de un equipo estancado en una crisis de juego y resultados con dos únicas salidas: la victoria como moméntanea y los entrenos serios como definitiva. 



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