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ESCUELA F. BONAIRE 2-2 SENTMENAT
Este Sentmenat tiene carácter
· Los
azulgrana sacan un punto a pesar del colegiado y la lesión de Rafa Bueno
· Esteban
García culmina en el 82’ una ejemplar segunda parte del equipo
· Manolo
Monfort salva el empate al final con una increíble parada
El Sentmenat arañó un empate con sabor a victoria (2-2) en
su visita al Escuela de Fútbol Bonaire después de igualar en el 82’ un partido
en el que jugó la última media hora con dos jugadores menos. El encuentro correspondía
a la segunda jornada del grupo 14 de la Cuarta División Catalana.
El técnico del equipo
azulgrana, Josep Morral, renuncia a hablar de objetivos en este inicio de
temporada. Lo hace para resguardar de la presión a un grupo lleno de jóvenes. Aún
es pronto para augurar un porvenir en la presente temporada a este nuevo
Sentmenat, que está en plena fase inicial de su construcción. Talento hay, pero
lo que tienen muy claro los azulgrana es que, si es sólo por ganas, motivación
no va a faltar para luchar hasta por el más difícil objetivo. El ‘Baby
Sentmenat’ gritó a los cuatro vientos que es un conjunto dispuesto a luchar, a
derramar hasta la última gota de sangre para ganar. Que no le importa cuantos
obstáculos surjan por el camino. Que lo único que tiene son ganas de
luchar. Un equipo que no escatimará en
sudor para saciar la enorme sed de triunfo que tiene.
Como la mostrada ante el Bonaire. A pesar de la lesión de
Rafa Bueno, líder del vestuario y alma de este equipo. Y a pesar de la pobre
actuación del colegiado, que amargó a los vallesanos con la rigurosa expulsión
de Cristian Martos y la injustificada roja a Christian Vargas. La retirada del
campo de Bueno y los clamorosos errores arbitrales tan sólo eran los peores
incidencias en un parte de guerra que incluyó hasta cuatro jugadores tocados
con nueve sobre el campo. Un parte al que al Sentmenat sobrevivió con raza. Los
azulgrana, sostenidos por una soberbia defensa liderada desde la portería por
un seguro Manolo Monfort, aguantaron el chaparrón del Bonaire y Esteban recogió
el premio al esfuerzo empatando en el 82’. Una parada de Manolo poco después
mantuvo el milagro.
El Sentmenat sale
vivo de un dubitativo comienzo
Josep Morral alineó de inicio en un 4-4-2, con Manolo en la
portería y una zaga formada por Dani Alonso y Rafa Bueno en el centro de la
zaga con Esteban García y Lluís Serrato de laterales. Christian Alonso y Ángel
Paniello formaron el doble pivote con Sekou Mar y Víctor Bermejo por las
bandas. Christian Martos y Fran Márquez era la pareja de delanteros. Con este
once, el Sentmenat optó por esperar y
ceder la responsabilidad a los locales. Un planteamiento inteligente teniendo en
cuenta que los vallesanos no han podido hacer pretemporada por distintas
circunstancias y aún tienen que incorporar a más jugadores. Un equipo al que aún
le falta más que rodaje y asimilar muchos automatismos, sobre todo en ataque,
donde se nota la falta de conjunción habitual en un grupo de jugadores que es
la primera vez que juegan juntos.
El Sentmenat, encomendado al liderazgo y la serenidad de
Rafa Bueno, se mantuvo firme en defensa pese a algún desajuste. Sin embargo, en
ataque el equipo notó la falta de compenetración y no creó fútbol a pesar del
sentido que le quería poner al juego Christian Alonso. Los pupilos de Morral no
lograban hilvanar ninguna jugada ni mantener esa posesión larga que permitiera
a la defensa respirar.
Morral da instrucciones |
El Bonaire pronto encontró premio a su posesión –abrumadora
pero estéril-, y Sergio Bordas abrió el marcador a los 13’ con un disparo
cruzado ajustado al poste. Tal y como había transcurrido el partido el
Sentmenat debía ir mejorando si quería acercarse a la portería local pero Rafa
Bueno ahorró todos los pasos con una jugada de veterano. En una falta que tenía
que botar un poco más allá de la divisoria de los campos, el capitán observó que el
portero del Bonaire se había colocado en el centro de su marco para defender un
posible balón a la olla. El ex espanyolista se percató de ello y la colocó en el poste
izquierdo. La pillería de Rafa contrastó con la inocencia del cancerbero
egarense que no atajó el bote de una pelota que se envenenó.
El colegiado decide
ser protagonista
El gol no perturbó las intenciones del Bonaire, que siguió a lo
suyo y tan sólo diez minutos después pondría el 2-1 por mediación de Hernán
Campos tras un rechace en la frontal del área. Era el inicio de un túnel en el
que el Sentmenat permanecería por largo tiempo y que se terminó de oscurecer
cuando Rafa Bueno notó un pinchazo. Chrsitian Vargas recogió su testigo. Morral retrasó al eje de la zaga a Christian Alonso
y situó al de Polinyà en el doble pivote . Un Vargas que tan sólo duro diez minutos
en el tapete ya que fue expulsado al filo del descanso.
El colegiado amargó al Sentmenat |
El Sentmenat afrontó valiente la segunda mitad a pesar de
estar con uno menos. Morral se la jugó con tres defensas ya que situó a
Christian Alonso de líbero. Los azulgrana cogieron el balón y
trataron de tomar el campo del Bonaire, sorprendido por el revolucionario
inicio de su rival en la reanudación. Sin dar tiempo a los locales a responder,
el colegiado echó abajo la reacción del conjunto de Morral enseñando la segunda
amarilla a Martos. Nuevo golpe para un equipo que quería sacar algo positivo de
Terrassa.
Un milagro
Fue entonces cuando los azulgrana se engrandecieron. Dejando
un solo punta arriba –Ángel Paniello-, el Sentmenat frenó con orden y sobre
todo, con coraje, las embestidas de un Bonaire obligado más que nunca a ganar.
Los de Morral tradujeron su encomiable voluntad en una férrea defensa que,
liderada por un gran Manolo, transmitía sobriedad. Todos,se entregaron a la
común causa de mantener al Sentmenat en el partido. Colosal la zaga formada por
Esteban, Dani Alonso y Serrato, que secaron el alubión de ataques del
Bonaire, obcecado en entrar por el centro.
Transcurrían los minutos y, a pesar de los pocos recursos
ofensivos mostrados, el conjunto egarense marró hasta cuatro claras ocasiones
de gol para sentenciar. El Sentmenat llegó vivo a los últimos diez minutos y
tenía que agarrarse a un último clavo ardiendo. Lo empezó a clavar Ángel
Paniello, que tras toda una segunda mitad buscándose la vida contra la zaga
local sacó una falta en la frontal del área. Christian Alonso lo colocó
inteligentemente en el poste izquierdo y Esteban provocó el delirio en las
filas azulgranas mandando al fondo de la red el rechace del arquero local.
Ángel gestó el gol del empate azulgrana |
Manolo emergió de manera mágica poco después para replicar
la última palabra del Bonaire con una asombrosa intervención y mantener en pie
una gesta increíble. El Sentmenat se agarró a la orilla después de nadar toda
la segunda parte contra viento y marea.
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