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martes, 16 de abril de 2013


FÚTBOL -> SENTMENAT 3-4 PALAUTORDERA
Una derrota prometedora  
· Los azulgrana plantan cara al quinto de la tabla y desperdician un 3-1 a favor 
· El equipo se muestra competitivo de principio a fin
· Los de Carbonell firman el mejor partido de la temporada

El Sentmenat ataca con un balón largo
Toni Canyameras Rojas
El Sentmenat cayó en casa ante el Palautordera (3-4) después de disponer de una ventaja de 3-1 en el marcador, en un partido correspondiente a la vigésimotercera jornada de este grupo 19 de la Segunda División Juvenil.
El conjunto azulgrana derrochó la ocasión perfecta para dejar en el baúl de los recuerdos el maleficio de cinco meses sin ganar –al margen de los tres puntos por retirada contra el Malgrat de Mar,- y sacar brillo al casillero de partidos ganados con una victoria de prestigio ante el quinto clasificado, que acompañara a ese solitario triunfo de noviembre ante los del Maresme. Todo, por ser un mal gestor a la hora de manejar una cómoda renta. El único pero gran defecto que arrebató la sonrisa final a la buena entrada que se congregó en el Municipal de Sentmenat, que vivió en primera persona el mejor partido de lo temporada de los suyos.
El tiempo todo lo dice, todo lo cura, pero a pesar de que el Sentmenat de Pepe Carbonell y Paco Serrato se encuentra en estado embrionario, dio el primer paso para construir un futuro esperanzador. Los vallesanos expusieron sobre el verde argumentos para hacer la llamada definitiva a la ilusión. No enamoraron –el nuevo cuerpo técnico sólo ha tenido un mes en ese largo camino para alcanzar un Sentmenat próspero-, pero la hinchada estuvo encantada de ver esa encomiable fortaleza defensiva, esa pegada temible y, sobre todo, algo que habían echado en falta los azulgrana: la constancia y la competitividad. La buena sintonía con estas virtudes se explica por la sensación de equipo que transmitió el Sentmenat, voluntarioso y solidario y , lo más importante, siempre competitivo a pesar del obligado baile de cambios por las lesiones de Ariel Vera y Miguel Galán.
El once de Carbonell aún esta en fase de probaturas pero lo que parece claro es que el también técnico de los alevines quiere un centro del campo poblado para imponer su fútbol de toque. Los azulgrana, bajo el dispositivo táctico del 4-1-4-1 –intocable todo el partido-, presentaron una alineación con novedades como la del portero del primer equipo David. El resto de la zaga integrada por Carlos Hidalgo y Joel Pérez formando en el centro de la zaga y Joan Rusiñol y Pau Torrents de laterales. Otro cambio importante fue el de Miguel Galán, que jugó por delante de la defensa. El resto, una línea de medios con los hermanos Vera por dentro, con Sergi Corral y Víctor Bermejo por banda y Juan Mosquera como único delantero.
A falta de estar en condiciones para proponer el fútbol que quieren los nuevos entrenadores, el Sentmenat propuso un partido táctico y trabado al Palautordera que frenara el potencial ofensivo de los amarillos e impidiera la goleada en el encuentro de la primera vuelta (6-1 para los del Vallés Oriental). En parte, lo consiguió. Las ocasiones de los visitantes llegaron a cuentagotas al margen de los tantos gracias al buen hacer defensivo de los sentmenatenses, que trabajaron juntos y compenetrados todo el partido. En la primera mitad Mosquera presionó la salida de balón de los centrales, Ariel y Lennon cerraron todo pase interior que permitiera al Palautordera salir por dentro y el equipo anduvo acertado en las basculaciones para frenar las progresiones por banda.

El Sentmenat sabe sufrir
Las noticias de peligro de los amarillos llegaban por mediación de las conducciones de Iván Segador, siempre abortadas en último término por la zaga azulgrana o a través de balones largos controlados por Joel e Hidalgo. Sin embargo, sería una acción de estas la que propiciaría el primer gol de los visitantes. Segador se filtró entre los dos centrales del Sentmenat y batió de vaselina a David en el primer disparo entre palos del Palautordera.

El chicharro del delantero pelirrojo dio paso a una breve pero grave cadena de infortunios a la que los locales sobrevivieron. El Sentmenat no se disolvió cual azucarillo como en otras ocasiones y nada –ni las lesiones de Ariel Vera y Miguel Galán que obligaron a Carbonell a hacer cambios antes de tiempo-, quebrantó la fe de los azulgrana en su plan. Fue esa inusitada impasiblidad de los locales ante las dificultades la que marcó la diferencia y la que otorgó al Sentmenat el derecho de seguir peleando el encuentro. Un gol en propia puerta de un defensor del Palautordera, presionado por Lennon tras un pase al hueco de Sergi Corral, fue la merecida recompensa que los azulgrana recibieron en el descuento del primer tiempo.

Irrumpe la locura
Carbonell y Serrato convirtieron la necesaria reestructuración del equipo en revolución en la segunda mitad. Lennon pasó a ser el pivote por delante de los centrales, Sergi Corral y Antonio Luque los dos interiores, José Pacha y Xavi Barrubés los extremos y Sergio Rodríguez el nueve. El Sentmenat lanzó todo un mensaje de solidez y fuerza como bloque, ya que pese a pasar a jugar con gente menos experimentada como Barrubés y Rodríguez-son los más jóvenes de la plantilla-, y jugadores que no están en plenas condiciones físicas –Luque y Pacha-, plantó cara al quinto de la tabla.
El calco de la primera parte que fueron los 10 primeros minutos de este segundo tiempo fueron todo un engañoso preludio al frenético partido que les esperaba a los amantes de la emoción y los goles. Fue entonces cuando empezó el enésimo recital de buen fútbol de Corral. El cambio de posición del esbelto extremo sentmenatense a interior anunciaba un giro en el juego del conjunto azulgrana, menos control pero más verticalidad con la endiablada velocidad de Sergi y su imparable conducción en carrera. En una contra le bastó al azulgrana ser más rápido que la zaga y regatear al portero para adelantar al Sentmenat.

Los azulgrana celebran el segundo gol
La alegría para los intereses vallesanos no había tocado techo ya que tan sólo seis minutos después, Lennon empujaba de cabeza a la red el rechace al palo que había dejado un magistral libre directo de Corral. El Sentmenat culminaba la remontada con brillantez y se había ganado un cierto margen de error. Los jugadores miraban incrédulos al electrónico y la parroquia local se frotaba los ojos.
Aún así, el Palautordera no sólo aguó la fiesta sino que no permitió ni que empezara. Mucha culpa tuvo la inocente actitud de un conjunto azulgrana, cuya euforia le llevó a la relajación. Sensaciones que durante toda la campaña le han dado la espalda a los azulgrana y que volaron del ánimo de los futbolistas por querer degustarlas demasiado. La alegría se esfumó de la manera más cruel posible. En dos minutos los amarillos reiniciaron el choque. Primero, Óscar Rubio acortaba distancia con tiro ajustado al palo derecho del marco de David e instantes después Jordi Llop le robaba la cartera al cancerbero azulgrana, que pasó de héroe en el poco peligro de los visitantes a villano en una indecisión para jugar el cuero.
El encuentro decayó en el plano físico y las defensas se imponían con claridad a los ataques. David redujo a un simple accidente su error en el tercer gol visitante y desbarató en una acción de gran guardameta un uno contra uno ante Segador. La réplica del Sentmenat fue immediata, con un potente disparo desviado de Pacha desde el costado derecho.
Sería el Palautordera el que diría la última palabra en el 80’. La calidad del equipo amarillo se juntó con el cansancio para desarbolar en una rápida jugada a la agotada defensa azulgrana. Pau Torrents –impecable todo el partido-, no llegó a tiempo para taponar un centro que cabeceó a gol Iván Segador. El Sentmenat había conseguido remar contra viento y marea durante el choque pero acabó siendo arrastrado por la corriente de la derrota. Contra el poderoso Montgat -segundo clasificado-, el próximo fin de semana buscarán los sentmenatenses seguir luchando con la misma entereza contra esta corriente que lleva lastrando el rumbo del equipo todo el año.

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