FÚTBOL -> SENTMENAT 3-4
PALAUTORDERA
Una derrota prometedora
· Los azulgrana plantan cara al quinto de la tabla y desperdician un 3-1 a
favor
· El equipo se muestra competitivo de
principio a fin
· Los de Carbonell firman el mejor
partido de la temporada
El Sentmenat ataca con un balón largo |
Toni Canyameras Rojas
El Sentmenat cayó en casa ante el
Palautordera (3-4) después de disponer de una ventaja de 3-1 en el marcador, en
un partido correspondiente a la vigésimotercera jornada de este grupo 19 de la
Segunda División Juvenil.
El conjunto azulgrana derrochó la
ocasión perfecta para dejar en el baúl de los recuerdos el maleficio de cinco
meses sin ganar –al margen de los tres puntos por retirada contra el Malgrat de
Mar,- y sacar brillo al casillero de partidos ganados con una victoria de
prestigio ante el quinto clasificado, que acompañara a ese solitario triunfo de
noviembre ante los del Maresme. Todo, por ser un mal gestor a la hora de
manejar una cómoda renta. El único pero gran defecto que arrebató la sonrisa
final a la buena entrada que se congregó en el Municipal de Sentmenat, que
vivió en primera persona el mejor partido de lo temporada de los suyos.
El tiempo todo lo dice, todo lo cura,
pero a pesar de que el Sentmenat de Pepe Carbonell y Paco Serrato se encuentra
en estado embrionario, dio el primer paso para construir un futuro esperanzador.
Los vallesanos expusieron sobre el verde argumentos para hacer la llamada
definitiva a la ilusión. No enamoraron –el nuevo cuerpo técnico sólo ha tenido
un mes en ese largo camino para alcanzar un Sentmenat próspero-, pero la
hinchada estuvo encantada de ver esa encomiable fortaleza defensiva, esa pegada
temible y, sobre todo, algo que habían echado en falta los azulgrana: la
constancia y la competitividad. La buena sintonía con estas virtudes se explica por la sensación de
equipo que transmitió el Sentmenat, voluntarioso y solidario y , lo más
importante, siempre competitivo a pesar del obligado baile de cambios por las
lesiones de Ariel Vera y Miguel Galán.
El once de Carbonell aún esta en fase
de probaturas pero lo que parece claro es que el también técnico de los alevines quiere un centro del campo
poblado para imponer su fútbol de toque. Los azulgrana, bajo el dispositivo
táctico del 4-1-4-1 –intocable todo el partido-, presentaron una alineación con
novedades como la del portero del primer equipo David. El resto de la zaga
integrada por Carlos Hidalgo y Joel Pérez formando en el centro de la zaga y
Joan Rusiñol y Pau Torrents de laterales. Otro cambio importante fue el de
Miguel Galán, que jugó por delante de la defensa. El resto, una línea de medios
con los hermanos Vera por dentro, con Sergi Corral y Víctor Bermejo por banda y
Juan Mosquera como único delantero.
A falta de estar en condiciones para
proponer el fútbol que quieren los nuevos entrenadores, el Sentmenat propuso un
partido táctico y trabado al Palautordera que frenara el potencial ofensivo de
los amarillos e impidiera la goleada en el encuentro de la primera vuelta (6-1
para los del Vallés Oriental). En parte, lo consiguió. Las ocasiones de los visitantes
llegaron a cuentagotas al margen de los tantos gracias al buen hacer defensivo
de los sentmenatenses, que trabajaron juntos y compenetrados todo el partido.
En la primera mitad Mosquera presionó la salida de balón de los centrales,
Ariel y Lennon cerraron todo pase interior que permitiera al Palautordera salir
por dentro y el equipo anduvo acertado en las basculaciones para frenar las
progresiones por banda.
El Sentmenat sabe sufrir
Las noticias de peligro de los
amarillos llegaban por mediación de las conducciones de Iván Segador, siempre
abortadas en último término por la zaga azulgrana o a través de balones largos
controlados por Joel e Hidalgo. Sin embargo, sería una acción de estas la que
propiciaría el primer gol de los visitantes. Segador se filtró entre los dos
centrales del Sentmenat y batió de vaselina a David en el primer disparo entre
palos del Palautordera.
El chicharro del delantero pelirrojo
dio paso a una breve pero grave cadena de infortunios a la que los locales
sobrevivieron. El Sentmenat no se disolvió cual azucarillo como en otras
ocasiones y nada –ni las lesiones de Ariel Vera y Miguel Galán que obligaron a
Carbonell a hacer cambios antes de tiempo-, quebrantó la fe de los azulgrana en
su plan. Fue esa inusitada impasiblidad de los locales ante las dificultades la
que marcó la diferencia y la que otorgó al Sentmenat el derecho de seguir
peleando el encuentro. Un gol en propia puerta de un defensor del Palautordera,
presionado por Lennon tras un pase al hueco de Sergi Corral, fue la merecida
recompensa que los azulgrana recibieron en el descuento del primer tiempo.
Irrumpe la locura
Carbonell y Serrato convirtieron la
necesaria reestructuración del equipo en revolución en la segunda mitad. Lennon
pasó a ser el pivote por delante de los centrales, Sergi Corral y Antonio Luque
los dos interiores, José Pacha y Xavi Barrubés los extremos y Sergio Rodríguez
el nueve. El Sentmenat lanzó todo un mensaje de solidez y fuerza como bloque,
ya que pese a pasar a jugar con gente menos experimentada como Barrubés y
Rodríguez-son los más jóvenes de la plantilla-, y jugadores que no están en plenas
condiciones físicas –Luque y Pacha-, plantó cara al quinto de la tabla.
El calco de la primera parte que
fueron los 10 primeros minutos de este segundo tiempo fueron todo un engañoso
preludio al frenético partido que les esperaba a los amantes de la emoción y
los goles. Fue entonces cuando empezó el enésimo recital de buen fútbol de
Corral. El cambio de posición del esbelto extremo sentmenatense a interior anunciaba
un giro en el juego del conjunto azulgrana, menos control pero más verticalidad
con la endiablada velocidad de Sergi y su imparable conducción en carrera. En
una contra le bastó al azulgrana ser más rápido que la zaga y regatear al
portero para adelantar al Sentmenat.
Los azulgrana celebran el segundo gol |
La alegría para los intereses
vallesanos no había tocado techo ya que tan sólo seis minutos después, Lennon
empujaba de cabeza a la red el rechace al palo que había dejado un magistral libre
directo de Corral. El Sentmenat culminaba la remontada con brillantez y se
había ganado un cierto margen de error. Los jugadores miraban incrédulos al
electrónico y la parroquia local se frotaba los ojos.
Aún así, el Palautordera no sólo aguó
la fiesta sino que no permitió ni que empezara. Mucha culpa tuvo la inocente
actitud de un conjunto azulgrana, cuya euforia le llevó a la relajación.
Sensaciones que durante toda la campaña le han dado la espalda a los azulgrana
y que volaron del ánimo de los futbolistas por querer degustarlas demasiado. La
alegría se esfumó de la manera más cruel posible. En dos minutos los amarillos
reiniciaron el choque. Primero, Óscar Rubio acortaba distancia con tiro
ajustado al palo derecho del marco de David e instantes después Jordi Llop le robaba
la cartera al cancerbero azulgrana, que pasó de héroe en el poco peligro de los
visitantes a villano en una indecisión para jugar el cuero.
El encuentro decayó en el plano
físico y las defensas se imponían con claridad a los ataques. David redujo a un
simple accidente su error en el tercer gol visitante y desbarató en una acción
de gran guardameta un uno contra uno ante Segador. La réplica del Sentmenat fue
immediata, con un potente disparo desviado de Pacha desde el costado derecho.
Sería el Palautordera el que diría la
última palabra en el 80’. La calidad del equipo amarillo se juntó con el
cansancio para desarbolar en una rápida jugada a la agotada defensa azulgrana.
Pau Torrents –impecable todo el partido-, no llegó a tiempo para taponar un
centro que cabeceó a gol Iván Segador. El Sentmenat había conseguido remar
contra viento y marea durante el choque pero acabó siendo arrastrado por la
corriente de la derrota. Contra el poderoso Montgat -segundo clasificado-, el
próximo fin de semana buscarán los sentmenatenses seguir luchando con la misma entereza
contra esta corriente que lleva lastrando el rumbo del equipo todo el año.
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