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miércoles, 20 de marzo de 2013


FÚTBOL > UN GIRO POR LA ACTUALIDAD DEL SENTMENAT


La quinta de la supervivencia

Sería imprudente e incluso temerario que un principiante en esto del periodismo como El orador del deporte se permitiera reanudar su narración de los hechos que rodean la actualidad del Sentmenat sin antes darles una vuelta informativa por este último mes y medio del equipo azulgrana. Allá vamos.

Todos los equipos ocupan un papel más o menos trascendente en el poblado deporte del fútbol y tarde o temprano hay ese jugador, esa actuación o esa historia que dejan una impronta para permanecer inmortales a través de los tiempos. Como la de este Sentmenat. Los vallesanos están dejando para el recuerdo una temporada cuyo mejor destino parece el olvido. Una victoria y dos empates es lo úncio positivo en un balance inclinado desde principio de campaña a la derrota. En este caso los fríos números adquieren un carácter fulminante.

Unas estadísticas que son toda una afrenta para una plantilla que respira calidad. Cosas del fútbol o de la vida misma, resulta inexplicable el pobre rendimiento que está ofreciendo un conjunto llamado a engrandecer el nombre del Sentmenat como lo hicieran diez años atrás los Joan Canyameras, Aitor Vargas, Carlos Pérez y cía con el ascenso a Primera juvenil o la hornada de Guillermo Falero que acarició la machada hace cinco temporadas.

Sobrevivir, esa ha sido la gesta de este Sentmenat. Nunca una palabra tan raquítica en su uso será tan explícita para sintetizar los méritos de un equipo atrapado en el infortunio y la desgracia durante tantos meses. La desaparición temporal de la escuadra vallesana surgió como fácil camino de liberación a esa jaula de desesperación en las dos crisis agudas por las que han pasado los sentmenatenses. A pesar de la marcha de muchos jugadores y de la renuncia de pesos pesados como el capitán Gerard Busom al final ha triunfado el ánimo de quienes siguen confiando en este equipo, con una única finalidad: levantar al Sentmenat con su amor por el fútbol.


Bajo la amenaza de la inexistencia: la marcha de Jaume Tura

Tan fulgurante fue el paso de Tura por el banquillo que el Sentmenat se vio abocado a la desintegración del equipo por eso de pasar de una crisis a otra con un barrido. Y es que los azulgrana volvieron a caer cuando aún se estaban levantando del anterior golpe. La crisis abierta por el debate originado en el vestuario sobre el sentido de la continuidad del equipo tras la dimisión de Joan Veraguas, ya había dejado maltrecho el estado de un Sentmenat que confiaba en cicatrizar heridas emocionales con el esperanzador discurso que arrojó la contratación de Jaume Tura, convencido y comprometido de sacar la situación adelante omitiendo las circunstancias que se pudieran dar.

La sonrojante derrota en Argentona en la que el Sentmenat fue pisoteado por 15-0 borró el optimista mensaje de Tura, que superado por el dramatismo del momento se desentendió de seguir entrenando a los vallesanos. La nueva renuncia de un técnico reabrió el frente de hostilidades en el seno de la plantilla y reanudó el eterno debate sobre el motivo de seguir remando en un buque arrastrado por la corriente del fracaso y anclado en el puerto perdido de la deriva. El central y capitán Gerard Busom lo dejó, igual que el portero Toni Pozo, y la goleada encajada disuadió a Adri Pérez de darse una segunda oportunidad en el equipo.

Las ganas de jugar a fútbol pudieron más que los malos resultados y gran parte del vestuario apostó por seguir portando el escudo del Sentmenat antes que dejarlo sin representación.


Pepe y Paco: sapiencia y experiencia para el anhelado resurgir

Y la directiva del club se encontró con el mismo panorama...por tercera vez. La dirección ha visto cómo esa decisión de elegir entrenador que reclama atención cada un cierto período de tiempo más o menos extenso se ha convertido en una engorrosa costumbre. Aunque se especuló con la vuelta de Josep Morral al banquillo y el preparador del primer equipo, Rubén Jurado, dirigió alguna sesión de entrenamiento y el encuentro contra el Arenys de Mar que el Sentmenat perdió 2-4 en su feudo, finalmente se optó por el dúo de técnicos compuesto por Pepe y Paco Serrato, siendo el primero el principal y Serrato el que ejerce la función de segundo entrenador. En sus personas se conjugan el saber y la veteranía que les han otorgado su dilatada trayectoria como entrenadores, y el amor por el club de toda su vida. ¿Algo más para resucitar el cadáver futbolístico que ahora mismo es el Sentmenat?

El largo recorrido por los banquillos de casi todas las categorías del club azulgrana ha curtido  como estrategas a Paco y a Pepe que las han visto de todos los colores. Ahora deberán asumir el que probablemente sea el reto que ponga más cara la satisfacción de su trabajo: reconstruir el ánimo de un equipo despedazado en mil añicos por una temporada de pesadilla.


Reinventarse, un modo de vida: cuando la demarcación es la que manda

Un jugador molesto por su cambio de posición en el tapete, ya sea por necesidad o por decisión técnica, sería recibido con comprensión en la calle. En el vestuario del Sentmenat sería mal visto. Los futbolistas azulgranas han sido sometidos a cambios en sus demarcaciones con tanta asiduidad que ya se saben de memoria el son que toca bailar cada vez que hay cambio de técnico o desbandada como los habidos con las dos últimas dimisiones de preparadores. El talento es innato y la vida dota a cada uno de unas cualidades y unos defectos pero a buen seguro que cualquier entrenador no despreciaría tener ese jugador del Sentmenat licenciado en polivalencia. Antonio Luque y Joel Pérez, abanderan esa forzada filosofía del cambio táctico ya que tanto el punta como el lateral se han confirmado como las dos alternativas a las marcha de Toni Pozo en la portería. Salvo Pau Torrents, dueño del flanco defensivo izquierdo, Joan Rusiñol, indiscutible en eje de la defensa tras su exitoso reciclaje a central y Ariel Vera, incuestionable motor del equipo desde el mediocentro, ahora mismo nadie parece tener un destino fijo en el terreno de juego.

Sin embargo, no todo son malas noticias ya que para combatir la falta de efectivos el Sentmenat ha contado con la incorporación de Ayrton Kevin, lateral diestro, y Víctor Bermejo ha contribuido a reforzar la debilitada plantilla azulgrana compaginando sus funciones de delegado con las de jugador, actuando de extremo derecho.  Estos son ahora mismo los nombres que integran el juvenil del Sentmenat: Pau Torrents, Joan Rusiñol, Ariel Vera, Lennon Vera, Sergi Corral, Juan Mosquera, Carlos Hidalgo, Xavi Barrubés, Sergio Rodríguez, Antonio Luque, José Pacha, Joel Pérez, y los recién ‘fichados’ Ayrton Kevin y Víctor Bermejo.

En los dos partidos que han dirigido Pepe y Serrato desde su llegada a la inestable área técnica vallesana –saldados con en derrotas casa frente al Masnou y en Montmeló por   sendos 7-0-, la presencia de Kevin como lateral y de Bermejo como extremo en la banda derecha ha sido un denominador común que gana enteros para el futuro. El nervio del boliviano y el orgullo herido del sentmenatense –el único en el banquillo que ha vivido de cerca todos los sinsabores de esta campaña-, alzan desde ese costado diestro la voz de la revolución que busca el Sentmenat como medio para probar el éxito, en la que el cerebro deberá ser el nuevo dúo técnico formado por Pepe y Paco Serrato.

Esta es la historia de un equipo que la ha empezado a escribir con el sufrimiento y el coraje de sobrevivir a los constantes problemas que están azotando a un vestuario que va camino de curarse del espanto. Bermejo se muestra optimista con los nuevos llamados para el banquillo: ‘’Hay que dejarles trabajar y necesitan tiempo. Cogieron a un Sentmenat alevín que lo perdía todo y la temporada siguiente eran imparables’’. Como bien dice Víctor, tan sólo el tiempo dirá si Pepe y Paco son los elegidos para el renacimiento del Sentmenat. Cuentan con una única pero gran ventaja para ese cometido: entrenar a un grupo que podrá restar impasible a las dificultades. 

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