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martes, 19 de febrero de 2013


PÁDEL > ANÁLISIS DEL ÚLTIMO MES Y MEDIO DE LOS HERMANOS ROJAS

Entre el éxito y el fracaso

· Los calzadilleros se encuentran en el momento más complicado desde su inicio

. Las últimas derrotas, una prueba de fuego para la competitividad del dúo extremeño


Los de Calzadilla de los Barros se hallan ante un punto de inflexión

Toni Canyameras Rojas

La actividad de los hermanos Rojas no ha cesado pese al parón forzado que se ha visto obligado a tomar El orador del deporte por motivos personales. Los extremeños han tenido un inicio del calendario de 2013 repleto de compromisos en el que han finalizado su participación el torneo de Sentmenat y se han apuntado a una nueva edición del campeonato del club Sompàdel, que les han deparado un primer tramo del año muy complicado. Hagamos el profundo repaso que ello merece.

Difíciles tiempos los que se avecinan para los calzadilleros. La inercia de la competitividad, así como la propia lógica de afrontar nuevos retos, han obligado a los Rojas a medirse a rivales más exigentes para dar un paso más en el pádel, ya sea por caprichos de la competición –caso del torneo de Sentmenat-, o por expresa voluntad de los hermanos –como ha sucedido en su segunda participación en Polinyà-, que se las están viendo tiesas para mantener los dos pies en el siguiente peldaño de dificultad.


Campeonato de Sentmenat: un punto intermedio final en una montaña rusa

Los hermanos Rojas han vivido una serie de altibajos en su andadura en esta competición. Una irregularidad a la que al final han sucumbido pero que pudieron equilibrar como demostraron en su último partido. ‘Toñín’ y ‘Luismi’ lograron reponerse de la decepción que supuso perder su puesto en el grupo élite del pádel sentmenatense en la segunda vuelta firmando de nuevo una impecable actuación en la categoría de plata de la localidad vallesana.

Los extremeños se abstrayeron totalmente de ese fatídico descenso y recordaron con su juego esa versión que les llevó a colocarse entre las mejores parejas de Sentmenat y a conquistar el torneo Sompàdel. Es más, el último encuentro de la liguilla les hacía afrontar los cruces con buenas sensaciones después de endosar la primera derrota al dúo formado por Xavi Serrato y Gerard Hernández, que hasta la fecha se había ganado el cartel de invencibles por su pleno de victorias y la contundencia de sus resultados.

Llegaron las eliminatorias y a los Rojas les tocó vérselas en cuartos de final contra viejos conocidos como Francesc Turmo y Raúl Naranjo, quienes se habían deshecho de los calzadilleros con claridad (6-2 y 6-2) en el choque del grupo 1 que midió a ambos dobles en la segunda vuelta. Toni y Luis Miguel refrendaron sobre la pista que esa dificultad por cuestionar a las parejas punteras de Sentmenat, no es más que un espejismo en ese inmenso desierto de dudas que les rodea. Los extremeños pudieron forzar el set definitivo tras dos parciales pero una vez más la norma implantada por una organización del torneo inflexible con sus reglas -que dictamina que en caso de empate a dos mangas tiene que disputarse un ‘tie-break’, en vez de un set entero- perjudicó al físico juego de los Rojas. ‘Toñín’ y ‘Luismi’ esperan plasmar aquello de que a la tercera va la vencida y superar la barrera de los cuartos en la próxima edición después de caer en esta ronda en sus dos participaciones.


Torneo Sompàdel: el difícil regreso de los campeones

Después de ir pasando por encima de los rivales que se iban encontrando en su grupo de la categoría de plata de Polinyà para acabar arrasando en las eliminatorias, la organización hizo factible el deseo de los calzadilleros de competir en la primera división del club Sompàdel. Toni y Luis Miguel han sufrido la dificultad de competir en un nivel inaudito en su joven trayectoria como doble –en mayo cumplirá un año-, y la desconfianza les ha invadido más que nunca. Una victoria, su resultado más reciente, y tres derrotas es el balance que dejan los extremeños hasta la fecha. Un registro demoledor para una pareja casada con el éxito.

Sin embargo, los hermanos saben que en ese camino de rosas en el que se ha convertido su primer año como pareja toca ahora tropezar con zarzas y blindarse frente a disgustos que empiezan a arreciar en esta siguiente pantalla de dificultad, mientras se aclimatan a este nuevo desafío.  De su fortaleza mental dependerá en gran medida si la victoria vuelve a ser la más fiel acompañante o por el contrario el amargo sabor de la derrota les obliga a renunciar al reto para reencontrarse con las mieles del triunfo en catgorías inferiores, que se volverían cuanto menos agridulces en hombres que abanderan la ambición. Con su inquebrantable mentalidad han demostrado que pueden ultrapasar límites y con ella pretenden partir hacia gloria desde esa fina línea entre la que se debaten el éxito y el fracaso. 

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